Escribe si quieres más.

Las cosas no mejoraron, nunca lo hacían. Quería alejarme del mundo y sonreír ciega y falsamente, pero todo se hacía más difícil cuando avanzaba.
Tenía miedo de herir de dañar, aunque no sabía exactamente a quién, soy una chica difícil de entender, tanto que ni siquiera yo me entendía.

Correr, leer, escribir son las pocas cosas que me mantenían en este mundo, cuando quería gritar corría; cuando quería escapar leía y cuando quería llorar escribía.

Ya no era la misma de antes y nunca pensé que me sentiría mal por eso, solo el hecho de sentirme como me sentía, me ayudaba a inspirar y relajar, cada vez que avanzaba, huía lejos a un mundo donde yo no era yo; donde la magia lo solucionaba todo y donde la tristeza era parte del cuento, pero lo bueno es que desaparecería al final.

Cómo no inspirarse con ciertas cosas, sabiendo la fuerte reacción que pueden llegar a hacer, cuando uno es capaz de transformar ese hermoso dolor en arte todo se mejora, después de todo, con solo unos párrafos el lector podrá darse cuenta que no es el único que pasa por eso.

Yo ahora me he convertido en una detrás de un libro, quién podría creer que solo eso me quedará "media inspiración". Ni siquiera sabía si lo que escribía sería apto para el ojo del lector, un lector soberbio y ambicioso, con ganas de leer solo que pudiera detener el tiempo alrededor de él, solo aquello con lo que pudiera identificarse, solo aquello con lo que él supiera que puede lidiar, entender y amar.